La regla general recomendada para el verano es establecer la temperatura en 78 grados Fahrenheit cuando esté en casa y más cuando esté fuera . En general, configúrelo a 82 grados Fahrenheit cuando esté dormido y a 85 grados Fahrenheit cuando no esté.

Idealmente, deberías configurar el termostato entre 80 y 85 grados mientras estás de vacaciones. Para la mayoría de las personas, esto sigue siendo más cálido que la temperatura a la que tendrían configurado su termostato mientras están en casa y, al mismo tiempo, ayuda a mantener la humedad a raya.

Los sistemas de calefacción más eficientes son los que utilizan energías renovables, como la aerotermia, la geotermia o el pellet. Y la energía solar, como solución complementaria. Por ejemplo, puedes instalar paneles térmicos como apoyo a tu sistema de calefacción.

Cierra las ventanas y puertas mientras mantienes el aire acondicionado encendido. Cuando mantenga el aire acondicionado encendido, asegúrese de que las puertas y ventanas de la habitación estén bien cerradas. Además, es aconsejable evitar abrir y cerrar la puerta con frecuencia para evitar que el aire fresco se escape de la habitación.