La principal diferencia entre el aire acondicionado y el climatizador se encuentra en su funcionamiento. El aire acondicionado utiliza un gas para enfriar el aire a diferencia del climatizador que genera vapor de agua para luego enfriarlo con un ventilador que expulsa el aire frío.

Idealmente, deberías configurar el termostato entre 80 y 85 grados mientras estás de vacaciones. Para la mayoría de las personas, esto sigue siendo más cálido que la temperatura a la que tendrían configurado su termostato mientras están en casa y, al mismo tiempo, ayuda a mantener la humedad a raya.

También es importante tener en cuenta que algunos fabricantes de aires acondicionados pueden recomendar algo un poco más frío en verano (22-24°C) o más cálido en invierno (19-22°C) para una eficiencia, rendimiento y longevidad óptimos, teniendo en cuenta que siempre hay un poco de margen de maniobra para sus circunstancias y preferencias.

Cuando activa el modo seco , el ventilador de su aire acondicionado se configura a una velocidad más alta, lo que ayuda a circular y extraer la humedad del aire. El modo seco es especialmente útil durante las estaciones húmedas, como el verano, cuando es posible que tenga que luchar contra los altos niveles de humedad en su hogar.