El funcionamiento de estos aparatos se basa en un ventilador que aspira el aire caliente de la estancia y lo pasa a través de filtros húmedos. El agua que se evapora consigue enfriar y humedecer el aire, que luego vuelve a la habitación más fresco.

Por ejemplo, si con un aire convencional necesitamos 2.000 o 2.500 frigorías para enfriar una sala, con uno portátil esta cifra probablemente se incremente a más de 3.000 dadas sus ineficiencias.

Los aires acondicionados portátiles, también conocidos como pingüinos por su peculiar forma, son aparatos que extraen el calor generando aire frío desde un mismo equipo que, además, es móvil.

Funcionamiento de un aire acondicionado portátil Poseen unas ranuras que extraen constantemente el calor del entorno para, más tarde, enfriarlo mediante una bomba de presión. Dicho de otra forma, se comprime para extraer la energía calorífica y reducir así la temperatura de la estancia.